miércoles, noviembre 14, 2007

Solo quiero anotar que soy un hombre con suerte

No cabe duda, que la ley de Murphy puede jodernos la vida en ocasiones, pero en otras, muy al contrario puede llevarnos muy arriba.

Bien lo dijo Ruy Xoconoxtle en Pixie en los suburbios, que los 27 años era la mejor edad de todas, en mi caso lo fue, desde el primer minuto. Pero la ola positiva empezo desde antes.

Corria el año de 2004, la economia era estable, pero el nuevo gobierno panista parecia haberse estancado, la gente no sabia bien si habia mejorado o no, los nuevos candidatos para la presidencia empezaban a levantar la mano, y el clima en la blanca Merida era de unos templados 40° C, y el trabajo en el viejo San Panchisco de Asis era cordial pero estresante, con nula proyeccion y pesimo horario. Un año habia desde la ultima relacion sentimental, parecia herberme estancado en la vida yucateca, como un panucho que nadie se quiere comer y se queda por horas en el changarro de doña brazo. La vida en la cuca era lo de siempre, Manchas cagaba su patio con la afanosidad de un repartidor de volantes, los demas cucos dedicaban al dia a dia, religiosamente, sin nada mas en mente, y la casa se volvia una montaña de basura y de mugres que nunca nos decidiamos a deshechar. Lo mas emocionante fue.... hmmm, al rato les digo porque no recuerdo.

Asi el tiempo seguia pasando, como una maquina de hacer tortillas, echando su producto masistico a la charola, una a una, las pinches tortillas, todas igualitas, a veces unas se caen al suelo y el joven tortillero las levanta aunque hayan sido chupadas por el diablo... asi seguia el tiempo.

Pero uno nunca sabe cuando va a venir algo bueno, un cambio, una corcholata premiada en tu coca, y mucho menos uno podria saber de quien va a venir o porque. Como diria el inmortal Johny Laboriel "la vida es una tombola tom tom tombola...". Asi me toco, de donde menos pense y de quien menos pense vino la inspiracion para sacudirme el polvo y salir del marasmo en el que me encontraba. La forma y las razones son harina de otro costal, pero ahi estaba yo, despierto, siendo la tortilla mas amorfa del sabucan, que no sirve ni para taco, ni para huarache ni para chilaquiles, y que en un momento dado decide escapar de ahi y ver que la vida para uno esta ahi, esperando a que nos despabilemos. Total que dejando atras la procrastinancia, me lance a buscar un nuevo lugar de trabajo, pensando en que, tal ves habria algo mejor que San panchisco (ja! iluso, dirian mis ex-compañeros), y recorri muchos deptos de R.H. muchas fabricas, deje muchos Curriculums, y del lugar menos pensado tuve una respuesta favorable: mi viejo San Juan, digo, mi viejo Cancun.

Y ahi me tienen, en 2 segundos empaque todo, me despedi de todos, cucos, amigos, escuela, y me lance, con todo y perro a la aventura de volver a casa. Sin darme cuenta, ya tenia un nuevo hogar, y no era mi antiguo campanario en la casa numero 7. Era un lugar nuevo, con nuevos roomates, ya no eran los antiguos cucos, esta era una nueva madriguera, y yo era "The Goose".

Sin darme cuenta, el panucho se habia transformado, en un bello y gran ganso, con nuevos roomates, nuevo trabajo y nueva ciudad. La cosa pintaba interesante, y apenas habian pasado unos meses desde aquel evento desencadenante que no tengo porque contar. Las cosas entonces seguian de perlas, los 27 mios fueron los 11 de mozart, escribiendo su primera sinfonia. Pero las montañas rusas siempre van para arriba, mas rapido cada vez, hasta que se te sale el chicle y se lo embarras al de atras.

Era la primavera del 2005, para ese momento mi hermana ya era mama, con una hermosa chamaca de pelo negro y chinos impresionantes, y nos tenia locos a todos; ya sabiamos tambien que el Peje se iba a lanzar de candidato, y sabiamos tambien que Pedro Infante si estaba muerto, y que jugaba a lo trompo con Elvis y con mi abuelo Manuel. Para esa epoca yo estaba de lo mas tranquilo, esperando el momento de comprarme una nave, pero sin perro que me ladre, bueno si, Manchas, pero el se habia regresado con su mama y la cosa pintaba bien, pero como les digo, en las montañas rusas siempre hay un momento de relax antes de la bajada mas canija...

Entonces yo, en la situacion mas increible del mundo, conoci a la persona mas increible del parque de diversiones. Siendo maravillado por todo lo que tu eres, y dandome cuenta que yo ya no era un panucho o una tortilla amorfa, si no un gran Ganso, con todas las plumas blancas, y todas las patas metidas en el agua, En ese momento hice lo que mejor he hecho en mi vida, ser yo. Y que tal resulto?

Hoy ya sabemos que el peje no gano, sabemos que Sadam no tenia armas de destruccion masiva, y la montaña rusa ha sido la mejor de mi vida, porque puedo tomarte de la mano, y puedo mirar bien al frente y ver que estas subidas y bajadas siguen por siempre. Hoy tengo 29 y sigue siendo la mejor edad de mi vida.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Eso fue una carta de amor?, de despedida? o tu forma de decirnos que no nos extrañas?

y mas que ganso, yo diria que te convertiste en cigüeña juar juar juar

.

·: TT :· dijo...

siguele haciendo al chistoso...

es una reflexion.

Anónimo dijo...

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